Boronía de bacalao

He elegido la boronía para iniciar el blog de cocina porque es una receta de mi madre. Siempre la prepara para cenar el viernes cuando vamos a pasar el fin de semana a casa, así que me trae muy buenos recuerdos. Pero además de por razones sentimentales, la he elegido porque es una receta que siempre se me resiste. Sigo las instrucciones de mi madre paso a paso, y nada, nunca me queda como a ella. La he hecho mil veces pero siempre me pasa lo mismo. A ver qué tal os queda a vosotros.

Ingredientes que vamos a necesitar:

• una cebolla y media
• un pimiento verde
• un pimiento rojo
• dos ajos
• sal
• azúcar
• seis tomates (o una lata de tomate en trozos)
• 300 gramos de bacalao desmigado

Con estos ingredientes nos saldrá boronía para dos personas. También es un plato que se puede compartir y comer a la manera de “cucharón y paso atrás”, que está muy bien para picar en una comida informal.

Lo primero que haremos será poner en el fuego una olla o sartén grande con un chorro de aceite y, cuando esté caliente, echaremos los dos ajos picados muy finos.  Dejad que se doren pero vigilando que no se quemen porque estropearían el sabor del plato.

Añadimos la cebolla y media picada en juliana y aprovechamos para salar al gusto.

Cuando la cebolla esté pochada (unos 10 minutos para esta cantidad de cebolla), añadiremos los pimientos verde y rojo cortados finos.  No dejéis que se poche en exceso la cebolla porque aún le queda en la olla el tiempo necesario para que se pochen los pimientos y tampoco este es un plato en el que sea agradable notar la verdura muy blandita sino algo tersa.

Cuando los pimientos estén rendidos (10 minutos, más o menos), añadiremos los tomates cortados en dados, o bien el bote de tomate en trozos. De las dos maneras queda muy bien, así que depende de lo que tengáis en casa. Pero añadidlos cortados en trozos pequeños para que no tarden mucho en deshacerse y convertirse en salsa. 

Al incorporar a la olla los tomates, aprovechad para probar y rectificar de sal si es necesario. Echadle también una pizca de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate.

Dejaremos que el tomate se vaya cocinando, con la olla tapada, unos 13 minutos. Vigilad de vez en cuando la olla para que no se queme, aunque si la ponéis a fuego medio lo normal es que todo vaya bien. Después de este tiempo, los trozos de tomate se habrán deshecho y la boronía tendrá mucho líquido.  Destapad la olla y dejad que durante los próximos 8 minutos se cocine a fuego medio para que el líquido se vaya evaporando. No obstante, por la magia de este plato que no consigo dominar :S a veces no me queda mucho líquido sino todo lo contrario, más bien sequillo. En estos casos lo que hago es incorporar un chorrito de vino blanco y arreglado ;) 

Cuando pasen estos 13 o 15 minutos, incorporaremos el bacalao. Este plato se puede hacer con el bacalao que queráis, salado, fresco, congelado... Nosotros la hemos cocinado con bacalao desmigado que compramos salado y hemos desalado en casa. Desalar bacalao desmigado es sencillo en cuanto a la técnica pero en cuanto al tiempo, me temo que cada uno tiene su receta, desde el que lo pasa simplemente por el chorro de agua fría hasta el que lo mantiene 8 horas con un cambio de agua. Nosotros hemos lavado el bacalao debajo de un chorro de agua fría, ayudándonos con los dedos para quitarle la sal pegada a los trozos de bacalao. Después hemos metido estos trozos de bacalao en un recipiente de cristal con, al menos, tres veces la cantidad de agua que de bacalao. Se mete el bol en el frigo, para que el bacalao mantenga una temperatura constante al desalarse, y lo mantenemos así un par de horas. Para desalar bacalao desmigado es suficiente con este tiempo. Otro día hablaremos de cómo desalar lomos grandes de bacalao. No obstante, las claves para el desalado son siempre las mismas: desalarlo a temperatura constante y poner el bacalao en un bol con, al menos, tres cantidades de agua.

El bacalao se cocina muy rápido así que mezcladlo todo en la olla removiendo bien y dejad que se mezclen los sabores durante 1 minuto. Después, apagaremos el fuego y dejaremos reposar.

La boronía se puede comer fría, caliente y templada y de las dos formas está buenísima aunque yo la prefiero, sin duda alguna, fría. Si optáis por servirla fría, tendréis que sacarla del frigorífico media hora antes de servirla, para que tenga una temperatura adecuada. 

Podéis cocinarla y comerla al día siguiente pero no es recomendable conservarla más de dos días. 

Y eso es todo. No es un plato difícil, sólo necesita tiempo y paciencia. ¡A ver qué tal os sale!

Ficha:

• Dificultad: media
•  Tiempo aproximado de preparación: 45 minutos
• Receta para dos personas