Es la primera vez en mi vida que hago canelones y... pasará mucho tiempo hasta que los vuelva a hacer! ¡Qué trabajo dan! :D Pero la verdad es que tardé tanto por mi falta de pericia, no por otra cosa, así que os recomiendo que lo intentéis con esta receta de canelones que nos ha dado Ana. Quedaron unos canelones buenísimos!!! Y si os organizáis bien (y lo haréis después de que yo os cuente todos mis fallos de novata), merecerá la pena haberlos cocinado.
Para la bechamel:
- 30 gr de mantequilla
- 45 gramos de harina
- sal
- pimienta
- nuez moscada
- 1/2 litro de leche
Para los canelones:
- una caja de pasta seca para canelones
- 400 gr de carne de ternera picada
- sal
- ajo
- un par de dientes de ajo
- aceite de oliva
- pimienta negra
- vino blanco
Lo primero que empezaremos a cocinar de esta receta será la salsa de tomate. Como la salsa lleva su tiempo, podemos ir haciendo el resto de pasos mientras. Podéis utilizar salsa de tomate ya elaborada pero cuando se lo sugerí a Ana me lanzó una mirada... Me compensó elaborar la salsa casera, la verdad :)
Cocinaremos la carne, para lo que necesitaremos unos veinte minutos. En una sartén amplia pondremos un chorro generoso de aceite de oliva y echaremos los dos dientes de ajo picaditos para que se doren pero con cuidado de que no se quemen.
Incorporaremos la carne y mezclaremos bien con los ajos. Cuando la carne haya perdido ese color rosita incorporamos medio vaso de vino blanco y dejamos que se evapore. Esto nos llevará unos diez minutos escasos. No es recomendable que dejemos mucho tiempo la carne en la sartén porque quedará muy seca. Añadimos sal y pimienta negra al final y reservamos la carne.
Vamos con la pasta. Hay que cocer las láminas según las instrucciones del fabricante que, básicamente, se trata de sumergirlas en agua hirviendo en una olla con tres cuartas partes de agua durante diez minutos. Después las pasaremos con mucho cuidado y una espumadera a un bol con agua muy fría donde estarán unos cuarenta segundos. Y de ahí a un pañito limpio para que se sequen. Toda esta operación que es muy sencilla hay que hacerla con mucho mimo porque las láminas cuando no se pegan entre ellas, se rompen, así que con tranquilidad y mucho amor.
Y antes de que se sequen las láminas vamos a preparar el relleno. Aquí me desvié algo de la receta de Ana porque ella utilizó una bechamel de boletus que tiene tan buena pinta que pienso dedicarle un post especial. Y porque no tenía boletus, vaya, así que hice una bechamel normal. Pero todo llegará, así que vamos a rellenar los canelones, otro paso para el que se necesita otro poquito de paciencia.
Utilizaremos una fuente de cristal apta para horno para poner los canelones, y la embadurnaremos con mantequilla. En un bol grande mezclaremos la carne que hemos preparado y salsa de tomate para que esté jugosa. Y vamos allá.
Cogemos una lámina (que debe estar aún húmeda para que se pueda manejar bien) y pondremos la mezcla de carne y salsa de tomate ocupando un tercio de la misma. Con ayuda de una cucharilla o de los dedos enrollaremos la lámina y ya está hecho el canelón. Si la pasta está aún húmeda cuando hagamos esta operación tiene que cerrar perfectamente el canelón.
Cuando hayamos terminado los canelones, rellenaremos los huecos sobrantes con la carne picada, para que no queden vacíos.
Y ahora toca hacer la bechamel. Es fácil pero se necesita pillarle el punto.
En un cazo pondremos el 1/2 litro de leche a calentar que tiene que llegar hasta el punto de ebullición. En otro cazo pondremos la mantequilla a deshacerse lentamente. Mientras que ambas cosas se cocinan tamizaremos la harina para evitar que después nos salgan grumos. Cuando la mantequilla se haya deshecho incorporaremos la harina y con la ayuda de una varilla mezclaremos bien los dos ingredientes sin parar de remover. Es necesario remover durante el tiempo necesario para que la harina coja el sabor de la mantequilla y se tueste un poco; con un minuto valdrá.
Mientras, la leche habrá llegado a hervir en el otro cazo, así que la añadimos al cazo con la mantequilla y la harina y removemos bien para que no salgan grumos. En este punto bajaremos el fuego al mínimo. Es necesario batir con la varilla de manera constante durante unos cinco minutos para que la bechamel salga líquida y no queden grumos pero si veis que es imposible deshaceros de ellos, podéis utilizar la batidora y listo. Casi al final le añadiremos unas pizcas de sal, de pimienta negra y de nuez moscada.
Y ya están listos los canelones por fin! Muchas gracias por la receta, Ana! Muak!
- Receta para cuatro personas
- Tiempo de preparación: casi 2 h para la salsa de tomate, 20 m para la carne, 1/4 hora para montar los canelones (dependiendo de la habilidad de cada uno; yo tardé una eternidad...) y 2 m de horno. Si os organizáis bien podéis tenerlo todo hecho en 2h y media.
- Dificultad: alta
Ya vas siendo una cocinera buena, te sabes organizar, teniendo la salsa adelantas tiempo para que puedas repetirlos otro vez . Buena suerte con tus buenisimas recetas. Por la pinta que tienen estarás buenísimos.
ResponderEliminarTienes que hacer una lasaña de verduras....ummmmm
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